Pese a la creencia popular de que un alto consumo de vitamina C puede ayudar a prevenir la gripe, diversos estudios han concluído que no, la vitamina C no reduce el riesgo de resfriarse en ninguna época del año. Una informe de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, desmiente el mito sobre los efectos de la vitamina C en el organismo, y apunta que “en la mayoría de las personas los suplementos de vitamina C no reducen el riesgo de resfriarse”. Sin embargo, menciona que en una persona que consume de manera cotidiana esta vitamina a través de frutas y verduras, la duración de la gripe que padezca puede ser menor, además los síntomas de la enfermedad también suelen ser más leves. La vitamina C también es conocida como ácido ascórbico, y es un nutriente hidrosoluble que se encuentra en ciertos alimentos, especialmente frutas y verduras. En el organismo actúa como una antioxidante que protege a las células de los daños causados por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía, y también se encuentran presentes en el ambiente debido a la contaminación y la radiación ultravioleta. Otra de las funciones de la vitamina C es que ayuda a producir colágeno en el cuerpo, una proteína necesaria para la cicatrización de heridas. el ácido ascórbico también mejora la absorción de hierro. Otro estudio concluyó que la vitamina C influye sobre las células del sistema de defensas estimulando su producción, lo que podría ayudar a combatir los síntomas de un resfriado acortando su duración. El consumo constante de vitamina C “contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario para proteger al cuerpo contra las enfermedades”, por lo que alimentarse con productos ricos en vitamina sí resulta beneficiosos para la salud, aunque no prevenga la aparición de resfriados. Algunos de los alimentos que contienen una rica cantidad de vitamina C son frutas cítricas como naranjas y toronjas, pimientos rojos y verdes, kiwi, verduras, y alimentos que en la etiqueta especifiquen que tienen vitamina C agregada. Es importante mencionar que los efectos de la vitamina C pueden variar entre cada persona, por lo que algunos individuos pueden presentar problemas para la correcta absorción de esta vitamina, estos son: fumadores, bebés alimentados con leche de vaca, evaporada o hervida, personas que consumen una cantidad muy limitada de alimentos, pacientes de cáncer y enfermedad renal.