¿Notas que tu auto no acelera de forma suave y da jalones al pisar el acelerador? Esto puede deberse a varias causas, desde fallos simples hasta problemas más complejos. A continuación, te compartimos las razones más comunes:
Fallas en el sistema de combustible
Inyectores sucios: La gasolina no se pulveriza correctamente, afectando la combustión.
Bomba de combustible dañada: No entrega la presión adecuada al sistema.
Filtro de gasolina obstruido: Limita el flujo de combustible hacia el motor.
Problemas en el sistema de encendido
Bujías en mal estado: Generan chispas débiles o irregulares.
Bobinas o cables defectuosos: Interrumpen la señal de encendido.
Sensores que no funcionan bien
Sensor MAF/MAP sucio: Afecta la mezcla de aire y combustible.
Sensor TPS fallando: La ECU no detecta bien cuánto aceleras.
Sensor de cigüeñal o árbol de levas dañado: Afecta la sincronización del motor.
Posibles fallos en la transmisión
Aceite de transmisión sucio o bajo: Genera tirones o cambios bruscos.
Caja automática con fallas: Retrasos o errores al cambiar de marcha.
Otros elementos a revisar
Válvula EGR atascada: Puede provocar pérdida de potencia.
Catalizador obstruido: Reduce el flujo de gases, afectando el rendimiento.
¿Qué puedes hacer?
Usa un escáner OBD2 para detectar códigos de error.
Limpia sensores como el MAF, TPS y CKP.
Cambia las bujías si están desgastadas.
Reemplaza el filtro de gasolina si está sucio.
Si es automático, revisa el nivel y estado del aceite de transmisión.
Si después de todo esto el problema continúa, lo mejor es acudir a un mecánico especializado para un diagnóstico más profundo.