Temo Balderas se preguntaba e intercambiaba opiniones con su esposa Angélica ¿Cómo hacer diferente esa fecha significativa? Bajo el cielo estrellado de la sierra de Tamapatz y amparado en la tranquilidad nocturna de su localidad natal reflexionaba sobre la logística a implementar para que los integrantes del Cabildo Infantil tuvieran al día siguiente un complemento especial a las deferencias que ya el gobernador les había ofrecido.
Así llegó la mañana del viernes 28, y la recepción del privado presidencial se llenó de los desayunos que sus colaboradores trajeron exclusivamente a Laudeth, Lucas, Andrés, Bianca, Cristian, Claudia, y –por supuesto- para el niño gobernante electo: Ángel Omar Rodríguez Acosta. El área que cada lunes recibe a decenas de aquismonenses para su atención se convirtió por minutos en un comedor que albergó amena convivencia.
Mientras, el Salón de Cabildo se vestía de elegancia expresa para recibirlos, junto con sus papás y profesores, quienes atestiguaron el descriptivo discurso del menor estudiante, quien no pasó por alto la entrega del presidente Cuahutémoc Balderas, incluyendo las esforzadas faenas voluntarias para construcción de rampas. Después vino la toma de protesta y las primeras -de muchas- fotos del recuerdo.
El alcalde les ofreció luego recorrer los principales departamentos, comenzando por su privado, donde comenzaron las sorpresas: Ahí les entregó computadoras portátiles debidamente forradas para regalo a todos los pequeños; adicionalmente Ángel Omar recibió una bicicleta, que pondrá a prueba cuando regrese a sus clases –tras el “puente”- el martes próximo en la Primaria “Esfuerzo Indígena” de San Pedro de las anonas.
Por lo pronto, en el recorrido siguiente no necesitó biciclo pero sí condición física para subir y bajar escaleras, mientras hacía –junto con sus compañeros- el trayecto por casi todos los departamentos: Cartillas, Secretaría, Oficialía Mayor, Codesol, Comercio, Archivo, Tesorería, Catastro, Obras Públicas, Atención a la Mujer, Inapam, Turismo, Cultura, y Registro Civil, fueron algunos de los visitados. Temo, paciente, les explicó todo.
Como el calor apremiaba y lo bueno apenas comenzaba, varios de los infantes aprovecharon para estrenar las playeras conmemorativas que también les otorgaron para la ocasión. Enseguida –junto con sus padres- subieron a las camionetas que los llevarían a la siguiente intención de agrado y premio: La tarde de cine en Ciudad Valles, con sus respectivas palomitas, refrescos y golosinas.
La fila se hizo larga en la dulcería y ya los “cortos” previos empezaban a exhibirse cuando arribaron a la penumbrosa sala seis; emocionados tomaron sus lugares para deleitarse con “Super Mario Bros: La película”, estrenada apenas este mes. Atentos y divertidos -a veces entre sonrisas y en otras ocasiones con algunos aplausos- miraban las aventuras del famoso personaje animado de bigote y gorra roja.
Entrada la tarde ya hacía hambre y vino entonces la rúbrica gastronómica: En un restaurante de pizzas de la colonia “Altavista”, que atestiguó no solamente la alegría de la septena infantil de Aquismón, sino también el agradecimiento de los homenajeados, en su estilo, sincero y franco, por haber convertido en algo único el certamen “Niño Presidente por un día”, que al final se convirtió en un día con el presidente… y de qué manera.